miércoles, 18 de enero de 2012

Caída libre

¿Se acuerdan de aquello de vincular de forma obligatoria la formación al cobro del desempleo? Otro cuento chino. A mí ni siquiera me hicieron el famoso test que, dicen, te ponen sobre la mesa para evaluar tú perfil profesional y tús posibles salidas laborales junto con la solicitud de prestación. ¿Pa qué? Estamos tan en caída libre que a nadie le preocupa ahora mismo qué va a ser de nosotros. La cosa es que no vayamos a más, el sistema quiebre y se encuentren finalmente con una legión de indingentes a las puertas de sus palacios de inviernos. Tampoco se oye ya hablar de las sanciones con que amenazaban a aquellos parados que no aceptasen los empleos, infraempleos o empleos de caca que se les ofrecían desde las oficinas del INEM. Ja. Si el trabajo nunca se ha movido en términos reales por esas oficinas, a día de hoy solo circulan por ellas esa suerte de muertos vivientes que en esta sociedad de consumo somos los parados. El paro es, como siempre lo ha sido en este país y en esta comunidad, una forma de tenernos a la bobilis bobilis, que decía mi madre, mientras piensan un argumento más para echarse las culpas unos a otros. Menos mal que la iniciativa privada siempre es más ágil dando respuestas. El de la foto es el bar que está junto a mí oficina de empleo. Un clásico para ver pasar el tiempo que, a estas alturas, seguro que tiene su correspondiente réplica en cada ciudad y pueblo de España.

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